viernes, 25 de diciembre de 2009

Ataque poético al banco.

Me ha costado expresar lo sucedido.
Pero, en fin, aquí estoy escribiendo eso que ocurrió
Que algunos pudieron verlo, otros escucharlo
Y otros prohibirlo.
Es que es tan difícil hacer algo distinto
“fuera de la estructuras” diría el gerente del Hipotecario
“ningún espectáculo” el policía de Credicop
“afuera” esa fue la orden
pero los susurradores no acatan orden atacan
un poema
dos,
tres,
no te diste cuenta
y se te llenó el banco de susurradores con sombreros
boinas de colores, palitos de colores, largos, cortos,
poemas propios, de los hermosos como Gelman, Santoro, Spinetta, Whitman, Jairo Aníbal Niño, Urondo…

el Pedro y sus poemitas escrito en una fotocopia,
¿quién puede negarse a tal acto de amor?
¿Las estructuras? ¿La ley? ¿la camarita que te filma?
NO recibiste el poema, no sabías lo que hacíamos y nos echaste por las dudas fuéramos “gremialistas” o lo nuestro fuera “un trabajo de la facultad” o una “batucada”
De ahí salí con ganas de ir a susurrar a la Escuela de policías…
Pero un policía, Miguel, fue distinto. Él nos contó que es poeta y que le gusta Bécquer
Y se dejó susurrar mientras una señora llamando a ningún lugar nos decía que le estaban avisando que nos fuéramos, el policía nos dijo que lo nuestro había llegado, que “habíamos podido expresar la verdad”



Luego, los susurradores en la calle, caminan como con poemas en los talones, como con locura en el corazón y como vertiendo amor en cada susurro…así la magia se penetra aunque los corran


Asi sucede algo distinto y te llaman por teléfono y llega el gerente y la gente no entiende pero sonríe varios minutos luego de un susurro…así sucede algo distinto ¡si!, en todos lados los susurros fueron quedando, se metieron, así, sin tiempo a que los eches, hasta la del mostrador, ella escribía en la computadora vaya a saber uno cuánto caos sistemático, cuántos número…y susurrador Valentín la sorprendió con un vuelosusurro y ella detuvo sus dedos, ella se detuvo, ella no podía seguir con sus datos, ella estaba siendo susurrada señores, ella dejó un momento de ser quién es todas las mañanas, ella no conocía a Valentín y Valentin le susurra señoras eso es un ataque poético al banco, eso es salir a susurrar con la idea de poner un poema allí donde no habita, eso es contribuir a la desaceleración, eso es la locura que descoloca y corrompe con un poquito de ternura la alienación sistemática que habitamos todos los días…

Fue una mañana “distinta”, una intervención “distinta” en el caos de fin de año.
La policía, los poemas, el banco, los poemas, el gerente, los poemas, la gente que espera, los poemas, la gente con calor, los poemas, la mujer que escribe en la computadora lo que el cliente necesita, los poemas, los papeles, los poemas, los no aquí, afuera, los poemas, los poemas, los poemas, entonces, las sonrisas, los poemas, la locura, los poemas, las recorridas por la ciudad, los poemas, la radio nacional, los poemas, la lluvia, los poemas, los susurradores comiendo arroz, los poemas…fue una mediodía “distinto” en el caos de fin de año. Fue el día en que los susurradores de poemas salieron al Centro de la Ciudad, se metieron en los Bancos y solo regalaron un par de poemas.

domingo, 13 de diciembre de 2009